Las comidas y cenas del día anterior a cada partido, las horas de descanso y sueño, etc, son fundamentales: “El día anterior a las jornadas en las que se juega a las 9 horas, las jugadoras se habrán tenido que acostar a las 19 horas, levantarse a las 5,30 horas, desayunar a las 6,00 h. y hacerlo con una combinación diseñada de alimentos con diferente valor glucémico (velocidad de incremento de la glucosa sanguínea) para producir una liberación escalonada de los mismos, que haga posible el mejor rendimiento a esa hora de la mañana”. También especial se estructura el partido del día 13 que se juega a las 11,15 horas. “Se ha preparado una comida con un concepto especial, ‘Brunch’, mezcla de ‘breaskfast’ (desayuno) y ‘lunch’ (almuerzo), que es específica para poder competir a esa hora de la mañana”, explicó Escribano.
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Según apuntó el especialista en Nutrición y Medicina Deportiva, “las comidas y cenas de los días previos a los partidos junto con la comida de recuperación de los mismos, son básicas para el partido siguiente y en ello se ha pensado también diseñándose un plan especial para cada encuentro”.
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